(DEADLINE EXTENTION!!!) CALL FOR PAPERS 2021.2 - Learning and Teaching in the Middle Ages and the Renaissance: New Perspectives
Dispuestos lado a lado, los libros, los capítulos de libros, los artículos y los ensayos que traen estampados en sus páginas estudios acerca de la educación en el Medioevo cristiano occidental son, ciertamente, capaces de ocupar algunas decenas de estantes en una biblioteca, sino una entera. Desde por lo menos las décadas finales del siglo XIX, este ha sido un importante objeto de estudio, presente en las mesas de trabajo no solo de historiadores, sino también de filósofos, teólogos, juristas y filólogos. En términos generales, podemos afirmar que las investigaciones producidas hasta el momento se dividen en dos grandes ejes temáticos complementarios: uno temporal y otro espacial. El primero parte básicamente del renacimiento Carolingio, en las décadas finales del siglo VIII, pasa por el renacimiento del siglo XII, y se extiende hasta el surgimiento de las primeras universidades en los albores del siglo XIII. Por su parte, el segundo eje mencionado se refiere a las escuelas monásticas, cuyos orígenes se remontan a la Alta Edad Media, atraviesa las escuelas vinculadas a las catedrales urbanas y también termina con el surgimiento de las primeras universidades.
En ambos casos, como es posible observar, las universidades y todo aquello que representaran fueron concebidas o bien como ápice, o bien como punto final de un proceso evolutivo y conflictivo, clasificado de múltiples maneras, en el cual algo supuestamente mejor y revolucionario tomó el lugar de algo nítidamente obsoleto o incluso arcaico en cuanto a su capacidad de adaptación. De allí el debate sobre la inclusión o no de los círculos y escuelas humanistas de la Italia de los siglos XIV y XV. En efecto, el lugar de ese Renacimiento (con R mayúscula, por así decir) que aparece desligado de todo pasado inmediato, que ha sido construido como un heredero directo del helenismo, no ha dejado de ser puesto en cuestión desde que Le Goff propusiera su idea de “Larga Edad Media”.
Con prominentes rasgos liberales y burgueses, por no decir modernos, este proceso evolutivo se ha arraigado durante mucho tiempo en una historiografía, especialmente la de origen francés, que prestó poca atención a los imbricados procesos de transformaciones orgánicas que un día posibilitaron la existencia de una realidad tan diversa. Paralelamente, los personajes, los llamados “hombres de saber”, entre los que figuran algunos monjes y muchos clérigos e intelectuales urbanos, asumirán el papel de protagonistas en una lectura de historia que puso gran énfasis en la cultura letrada que tenía a las ciudades como principal escenario de sus actuaciones. Sin embargo, creemos que estos personajes eran personas que tejieron y a su vez se conectaron con redes horizontales y verticales de múltiples saberes; personas que, envueltas en sus propias y cotidianas polisemias culturales, construyeron diferentes formas de ver y enseñar el mundo y que van desde la scientia hasta la spientia. A partir de ellas, desarrollaron trayectorias individuales en diálogo con las tradiciones alfabetizadas o no, de larga duración o no, que las precedieron y con las que tuvieron desiguales niveles de contacto a lo largo del tiempo.
Así pues, ante la asidua constatación de que los supuestos de esta perimida historiografía siguen operando casi mecánicamente en todas las áreas de saber, se torna acuciante, sino necesaria, una revisión multidisciplinar. A ello se le suma, desde luego, la convicción de que por más bibliotecas que pudieran ya haberse llenado con trabajos acerca de la educación en el occidente cristiano medieval, la riqueza del tema todavía está lejos de agotarse.
Por todo lo dicho, invitamos a nuestros/as colegas e investigadores a contribuir con artículos que formen parte de un dossier monográfico titulado “Aprendiendo y enseñando en la Edad Media y en el Renacimiento: nuevas perspectivas”, que será publicado en la Revista Brathair.
Cordialmente,
Dr. Carlile Lanzieri Junior (Universidad Federal de Mato Grosso)
Dra. Natalia Jakubecki (Universidad de Buenos Aires - CONICET)
Deadline: November, 30, 2021
CALL FOR PAPERS
Learning and Teaching in the Middle Ages and the Renaissance: New Perspectives
Arranged side by side, books, chapters, articles, and essays about education in the Western Christian Middle Ages can certainly take up a dozen shelves, if not an entire bookcase. Since at least the last decades of the 19th century, this has been an important subject matter which drew the attention not only of historians, but also of philosophers, theologians, jurists, and philologists. We can say, roughly speaking, that the research done heretofore can be divided into two main complementary thematic axes, namely: one temporal and one spatial. The first one starts essentially from the Carolingian Renaissance (at the final decades of the 8th century), goes through the Renaissance of the 12th century, and arrives at the emergence of the first universities at the dawn of the 13th century. The second axis, however, concerns monastic schools whose origins date back to the High Middle Ages, crosses schools linked to urban cathedrals, and is also extended to the emergence of the first universities.
As we can see, universities and everything they represented was in both cases conceived either as the summit or as the zenith of an evolutionary and troublesome process, often compartmentalized, in which something supposedly better and revolutionary took the place of something outdated, or even archaic due to its inability to adapt. Hence the discussion about if Italian humanistic circles and schools from the 14th and 15th centuries could be or not taken into account. Effectively, the place of that Renaissance (with a capital R, as it were), which pretends to be unrelated to any immediate past, which was fashioned as a direct heir to Hellenism, has not stopped being questioned since Le Goff proposed his idea of a “Long Middle Ages”.
In the same tone as prominent liberal and bourgeois traits, if not modern, this evolutionary process long ingrained in the historiography, especially the French one, paid little attention to the interwoven processes whose organic transformations allowed such a diverse reality to exist one day. At the same time, the characters, the so-called “men of knowledge” among whom are a few monks and many urban clerics and intellectuals, took on the role of protagonists in this story, the one that focuses on the literate culture that had cities as the main stage of their performances. By contrast, we believe that these characters were people who wove and connected to networks of many horizontal and vertical pieces of knowledge; people that involved in their daily cultural and polysemic lives managed to build different ways of seeing and teaching the world, from science to wisdom. From that point, those people developed their trajectories many times in dialogue (many times not) with the literate traditions (long or short-lived) that preceded them and with which they had different levels of contact over time.
Thus, facing the assiduous confirmation that the assumptions of this out-dated historiography continue to operate nearly mechanically in all fields of knowledge, a multidisciplinary review becomes necessary. We strongly believe that although so many libraries have already filled with works on education in the Western Christian Middle Ages, the richness of this subject matter remains far from being used up.
That is why we would like to invite our colleagues and researchers to send us their papers to be part of the dossier entitled “Learning and Teaching in the Middle Ages and the Renaissance: New Perspectives”, which will be published by Revista Brathair.
Cordially,
Carlile Lanzieri Junior, PhD (Federal University of Mato Grosso)
Natalia Jakubecki, PhD (University of Buenos Aires - CONICET)
Deadline: November, 30, 2021